Será una final difícilmente de olvidar para ambos. Porque Almagro hizo todo lo que tenía que hacer: disputó un partido con dientes apretados, llegó a igualar la serie 2-2 y tuvo chances para ponerse arriba (un cabezazo en el primer tiempo de Pedrozo fue la más clara), lo buscó con ímpetu y cuando debió refugiarse en Centeno, su arquero estuvo a la altura, siendo la figura.
Lastimosamente para los de José Ingenieros, la suerte en los penales no estuvo de su lado, ya que su contrincante tuvo dos opciones para ganar la tanda desde los 12 pasos y las dilapidó, pero el gigante Burtovoy, quien ya había sido el responsable de avanzar de fase contra Platense en Vicente López por la misma vía, contuvo dos ejecuciones e hizo delirar a Brown.
Entre los lamentos de los locales, en el estadio Tres de Febrero, un grupo de dirigentes-hinchas que se acercaron gritaron a más no poder por el ascenso, que concederá por primera vez en la historia de la institución, la chance de disputar un campeonato en la B Nacional. Y otro de los artífices de esta hazaña es su técnico, Vicó, quien tiene una particular historia: vive por y para el club de Adrogué literalmente (su hogar está dentro del estadio Lorenzo Arandilla).
Con el 4-3 en los penales, se definió la anteúltima plaza de la B Nacional, que tendrá como actor principal al Independiente de Miguel Brindisi, quien ya comenzó a evaluar a los rivales de esta categoría ‘nueva’ para los de Avellaneda. Ahora solamente resta que se defina el último lugar, por el que compiten Santamarina de Tandil y Sportivo Belgrano de San Francisco.
